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El presidente de la filial local de Wärtsilä habla sobre las operaciones que llevan adelante en el mercado argentino, al tiempo que hace un análisis respecto del futuro de la generación y el almacenamiento energético.

Wärtsilä sentó sus bases en el país a partir del primer proyecto obtenido hace 20 años, en la minera Cerro Vanguardia en Santa Cruz, con la operación y mantenimiento de la central eléctrica», empieza Alberto Fernández, presidente de la filial local de Wärtsilä, quien conversó con El Cronista durante AIREC 2017, evento abocado a las energías renovables que se realizó algunas semanas atrás en Buenos Aires.

«Desde ese entonces, la firma fue consolidando su actividad de servicios en la industria con cinco proyectos térmicos que le siguieron. En el marco de la Resolución 21 de la Secretaría de Energía Eléctrica de la Nación, en 2016 se adjudicaron siete centrales eléctricas por 520 MW», continúa.

Y completa: «A partir del año pasado, relanzamos nuestros objetivos, más allá de desarrollar nuevos proyectos, y nos enfocamos en consolidar a la empresa como un líder local en generación de energía térmica, solar, GNL y almacenamiento energético».

¿Qué proyectos llevan adelante y cuáles son las perspectivas en el mercado local?

– Seis de las siete centrales obtenidas iniciaron su actividad este año. La empresa se encargó de la construcción llave en mano de tres y además operará las dos más grandes, construidas desde cero y provistas a Pampa Energía, de 100 MW cada una. Las perspectivas son interesantes para actores de la energía térmica, si bien se presenta una etapa de fuerte competencia, con precios a la baja que demandan los máximos esfuerzos en toda la cadena. La asignación de unos 3 GW en las licitaciones ha brindado una razonable tranquilidad a las autoridades, y así las decisiones pasan a ser más selectivas.

¿La venta de sus equipos tiene futuro o podrían reconvertirlos para utilizar otras fuentes de energía alternativas?

– Para nuestra empresa, el avance de las renovables es una buena noticia. Poco a poco se estará dando un cambio de paradigma que desembocará en las renovables como «carga base», aun cuando, por su intermitencia, eso parezca una contradicción. Justamente, las tecnologías térmicas que sobrevivirán serán aquellas que provean no solo eficiencia sino flexibilidad operativa, y las nuestras tienen arranques y paradas rápidas sin impacto en su performance.

¿Las centrales instaladas por su firma usan biocombustibles o aceite vegetal?

– Si bien al momento no lo están haciendo, dadas las características del proceso licitatorio, todas las centrales duales que se instalaron (cinco de las siete), podrían utilizarlos. Los biocombustibles presentan desafíos frente al fuel oil en términos económicos comparativos.

FUENTE: EL CRONISTA