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El director de GWEC Latinoamérica analizó las perspectivas y desafíos del sector a nivel global, regional y nacional. Dijo que, si mejoran las condiciones, las inversiones anuales podrían superar los u$s2.000 millones.

Ramón Fiestas Hummler, director del Consejo Global de Energía Eólica (GWEC por su sigla en inglés) de Latinoamérica, visitó la Argentina para reunirse con miembros de la Cámara Eólica Argentina (CEA). En diálogo con Ámbito, analizó la coyuntura del sector a nivel global, regional y nacional, así como también las perspectivas de crecimiento y desafíos en este contexto. En cuanto a la Argentina, destacó un fuerte potencial de desarrollo, que permitiría mejorar la balanza comercial gracias a un ahorro de u$s7.000 millones en importaciones en cinco años.

Periodista: ¿Cómo analiza el contexto actual de la energía eólica a nivel global?

Ramón Fiestas Hummler: Es la tecnología que más está creciendo en todo el mundo y es llamada a crecer aún más para hacer frente a los retos que los gobiernos tienen para descarbonizar la economía. El mundo se ha reunido hace unos años en el entorno del Acuerdo de París advirtiendo la gravedad del cambio climático, y allí se adoptaron una serie de medidas para descarbonizar la economía en el año 2050. Este proceso es paulatino lo que implica que los sectores económicos adopten medidas para reducir las emisiones contaminantes.

Los combustibles fósiles son de transición, es decir que su uso va a ir decreciendo hasta lograr la sustitución por la energía eólica, que es la que más capacidad tiene de reemplazar en cuanto a cantidad y tamaño a los fósiles.

P.: ¿Cuáles son las expectativas de desarrollo en función al objetivo de descarbonización en 2050?

R.F.H.: Las expectativas de desarrollo son interesantes porque para llegar a cumplir dicho objetivo es necesario que a nivel global se multipliquen por cuatro los ritmos de capacidad de instalaciones anuales que tiene la energía eólica. Actualmente, en el mundo se instalan entre 70 y 90 gigavatios y para el objetivo hay que instalar por año 280 gigavatios.

Esto significa que los sistemas eléctricos deben preparase para una aceleración en la integración de electricidad, donde el régimen está subordinado al recurso eólico, el cual tiene un funcionamiento variado, lo que hace que requiera normativas específicas para que en conjunto funcione de manera segura. Además, requiere que haya un fuerte despliegue de inversiones en las redes de transmisión que modernicen el sistema eléctrico.

P.: ¿Cuáles son los países de mayor desarrollo del sector energético eólico?

R.F.H.: El primero es Dinamarca, que tiene un grado de cobertura superior al 50% de su demanda eléctrica cubierto con energía eólica. A nivel regional, Uruguay tiene un registro próximo del 40% de su generación eléctrica con parques eólicos. Sin embargo, el país con más potencia en la región es Brasil ya que representa el 50% de toda la potencia eólica a nivel regional. Este país ha adoptado la energía eólica como una fuente potente, valiosa y es la segunda más importante después de la hidroeléctrica.

P.: ¿Cuáles son las perspectivas y desafíos para la Argentina en este sector?

R.F.H.: Para Argentina, es una necesidad imperiosa lograr potenciar el desarrollo de la energía eólica. Para ello, requiere normalizar el ambiente de inversiones por medio de una clara política monetaria y cambiaria. Asimismo, tiene una necesidad de diseño del sistema eléctrico y la modernización del sistema de transmisión de electricidad. Y un tercer desafío tiene que ver con una nivelación del terreno de juego desde el punto de vista del mercado.

El mercado eléctrico de Argentina está diseñado para un esquema de generación fósil y de energías firmes. Para que pueda desarrollarse la energía verde es necesario que se eliminen determinadas barreras para que la energía eólica enseñe su eficacia y eficiencia económica, dado que es la fuente más eficiente de producción de energía.

P.: ¿Qué magnitud de inversiones se requiere para que empiece a expandirse el sector a nivel local?

R.F.H.: En el pasado, cuando se produjo la expansión del sector eólico en Argentina hablábamos de inversiones superiores a u$s 2.000 millones anuales, por lo que, si se producen condiciones en el mercado que equilibren las reglas de juego, tranquilamente podremos ver que las futuras inversiones pueden superar dicho umbral hacia adelante.

Por otro lado, el desarrollo del sector energético eólico, además de generar prosperidad y riqueza en todo el ciclo de cadena de suministros, permitirá ahorrar gastos en divisas en torno a u$s 7.000 millones en cinco años. Es un círculo virtuoso que se ha demostrado en varios países donde se pusieron en marcha inversiones energías renovables que generaron prosperidad energética, ambiental y económica.

Por Carolina Paparatto

FUENTE: ÁMBITO