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En medio de una puja de inversiones de más de siete países, el Ministerio de la Producción prepara una norma de electromovilidad para exigir a las compañías que fabriquen las baterías en base de litio en la Argentina; los alcances de la medida.
Una guerra silenciosa entre empresas extranjeras de más de siete países se libra desde hace varios años en el noroeste argentino por la extracción del litio, el denominado «oro blanco» de la nueva era. El esquema sustancial de esta batalla consiste en la explotación de este mineral valioso para la elaboración de baterías pero el gobierno está dispuesto a intervenir en este millonario negocio para redefinir la matriz productiva.
El ministro de Producción, Matías Kulfas, ya tiene listo el borrador de un proyecto de ley de electromovilidad que el gobierno impulsará en marzo en el Congreso para redefinir la industrialización del litio, incorporar los productores de autopartes y fomentar la investigación.
«Tenemos que salir de la discusión dicotómica entre minería sí y minería no, la discusión es cómo implementamos estrategias para tener una minería que permita garantizar la inclusión y que sea sustentable», dijo Kulfas a El Cronista en línea con la propuesta oficial.
De esta manera, el ministro de Producción remarcó que el proyecto minero del gobierno hacia el futuro consistirá en que la extracción del litio sea inclusiva para que haya una cadena productiva que involucre a las pymes, que se genere empleo y que las comunidades donde está la minería se desarrollen en su conjunto.
La explotación del litio se despliega hoy en un preciado triangulo conformado en la cordillera de los Andes que une a la Argentina, Bolivia y Chile. Allí compiten centenares de compañías de Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia, Corea del Sur, Italia y China para extraer este mineral que escasea en el mundo entero. Una dura batalla se despliega allí entre empresarios por la adquisición de zonas de explotación del litio.
El empleo por la extracción de este mineral se duplicó en los últimos 3 años. A junio del 2020 se registraban más de 4400 empleos directos e indirectos de esta industria minera y la Argentina tiene potencial para llevar las exportaciones de litio de los u$s 190 millones en 2019 a los u$s 2101 millones en 2030.
El «oro blanco» resulta esencial para la fabricación de baterías de celulares, computadoras portátiles, autos eléctricos y otras maquinarias de la industria de nuevas tecnologías. El tema es que la mayoría de los inversores extranjeros se llevan el litio en crudo para producir las baterías en sus países y dejan un mínima parte de regalías en la Argentina.
La industria mundial de baterías a base de litio se produce en el extranjero salvo tres contados casos de empresas Italia, Japón y China que desde hace dos años empezaron a instalar fábricas de batería en Jujuy y Salta. Pero el gobierno quiere hacer de esas excepciones una regla y así impulsa el proyecto de ley de electromovilidad que apunta redefinir todo el esquema productivo del litio en el norte argentino.
El reclamo de este nuevo modelo productivo del litio forma parte también del planteo de los gobernadores del «Norte Grande» que en unos días se reunirán en Corrientes para elevar a Alberto Fernández una serie de medidas relacionadas con las economías regionales.
El gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, expresó a El Cronista que «hay una mirada común de las provincias productoras de minerales para que haya una mejora en la producción y una política común a largo plazo».
Según datos oficiales, la Argentina es en la actualidad el primer destino de exploración de litio en el mundo, el tercer productor y se estima que conforma la tercera reserva mundial de este metal. En este momento hay 18 proyectos avanzados de empresas de litio, 2 minas funcionando una construcción en marcha y 11 compañías en etapas de evaluación económica preliminar a estudio de factibilidad definitivo más 6 en exploración avanzada.
La Argentina es uno de los países más relevantes en extracción de litio y según datos del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) se ubica en el cuarto lugar en la producción mundial de litio, por detrás de Australia, Chile y China, con unas 873.000 hectáreas disponibles de explotación.
El USGS también señala que la Argentina es el país con mayor cantidad de «recursos» con potencial valor económico, aunque no de probada factibilidad y rentabilidad, con algo más del 20% del total mundial.
Hasta ahora hay tres emprendimientos en fase operativa a escala industrial para la producción de baterías a base de litio. Uno esto en Catamarca y otros dos en Jujuy.
La intención del gobierno es avanzar cuanto antes en una ley de electromovilidad para industrializar el litio, incorporando a los productores de autopartes y a grupos de investigación.
«Hay que repensar los modelos productivos, articularlos con más y mejor conocimiento, pensar más en la problemática ambiental y aportar mayores innovaciones tecnológicas. La agenda de electromovilidad busca la renovación de la flota del transporte público de pasajeros. Trabajamos en tres ejes: la industrialización del litio, la incorporación de los fabricantes de autopartes y la renovación de la flota del transporte público, en el marco de lo que denominamos agenda verde», dijo el ministro Kulfas en una conferencia reciente organizada por el Banco de Desarrollo de América Latina.
La idea del gobierno también es sumar a investigadores para el desarrollo del litio. Sólo dentro del Conicet la Argentina tiene 170 investigadores que tienen al litio entre sus líneas de investigación, de los cuales, alrededor del 60 % están relacionadas con el desarrollo de baterías recargables.
Desde 2013, por otra parte, la Fundación InnovaT administra 7 convenios relacionados con la posibilidad de producir baterías de litio en Argentina. Pero la explotación primaria de litio como las investigaciones científicas relacionadas al litio y la industria nacional están desvinculadas entre sí. La idea del gobierno es unificar criterios en proyectos productivos de una industria que deje de ser meramente extractiva.
En líneas generales el proyecto de electromovilidad del gobierno consistirá en la implementación de un sistema de incentivos a la inversión productiva para desarrollar baterías y buses eléctricos en el país con la mayor cantidad posible de componentes nacionales. Ya hay conversaciones sobre el tema del gobierno con los referentes Adefa que nuclea a las automotrices, Afac (autopartistas) y el gremio de Smata para promover esta reconversión de los yacimientos nacionales de litio.
Las principales potencias mundiales invierten hoy en la extracción de litio aunque algunos de estos avanzan en el desarrollo local de baterías. En el caso de China, la administración de Xi Jinping ya firmó un acuerdo con la Argentina para promover la radicación en nuestro país de la empresa automotriz Jiangsu Jiankang Automobile (JJA). El objetivo del convenio es que esa compañía fabrique vehículos eléctricos y baterías en la Argentina.
El canciller Felipe Solá solicitó hace unos días a su par de Japón, Motegi Toshimitsu, que la automotriz Toyota avance en el país con la fabricación de baterías de litio, mineral que extrae en la Argentina, como parte del desarrollo de la cadena de valor vinculada a la electromovilidad. Este proyecto ya está bastante avanzado en Jujuy y Salta. En ese sentido, Solá aseguró que «si el futuro son los autos eléctricos, el país puede ser un gran exportador» de las baterías de litio, componente esencial de los nuevos vehículos.
Toyota Tsusho posee el 25% del proyecto minero Sales de Jujuy, de extracción de litio en el salar de Olaroz (Jujuy), en asociación con la minera Orocobre, que ostenta el 66,5% y Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (Jemse), tenedora del 8,5% restante. Ese consorcio en 2018 anunció su expansión en el salar de Olaroz, con una inversión de USD 295 millones cuya ejecución se encuentra en marcha desde mediados de 2019.
Además, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, anunció que Toyota utilizará litio de su provincia para las baterías que usarán sus vehículos híbridos fabricados en la región.
También en Jujuy se desarrolla desde hace un año la inversión de la empresa italiana FAAM que provee el aporte del know-how productivo y comercial para procesar el carbonato de litio, producir baterías y comercializarlas en otros mercados.
Según datos de la Bolsa de Valores de Rosario, en el 2025 el sector minero del litio podría aportar el 10% de las divisas generadas hoy por el campo y la agroindustria. Y destacó que hay cinco emprendimientos en prueba de factibilidad de proceso de elaboración baterías de litio en el país.
Las exportaciones argentinas del segmento litio representaron en 2018 apenas el 5,1% de los despachos del sector minero. Pero el gobierno buscará ahora reconvertir esta industria extractiva y hacer del litio un ejemplo de explotación de recursos con la industria argentina para ofrecer valor agregado a la producción.
Por Martín Dinatale
FUENTE: CRONISTA