#EnergyObserver #Solar #Hidrogeno #Valencia #Catamaran #Barco #Ship #Eolica #Energia #Viaje #Travesia #Vueltaalmundo
La embarcación, que dará la vuelta al mundo durante seis años sin emitir una sola partícula contaminante, hace escala en Valencia.
El Energy Observer durante una jornada de navegación. JERÉMY BIDON ENERGY OBSERVER
El Energy Observer es el primer barco de propulsión eléctrica que funciona gracias a una combinación de energías renovables y un sistema de producción de hidrógeno a partir del agua de mar. Este catamarán, construido en Canadá en 1983, ha sido transformado hasta convertirse en un laboratorio experimental completamente autosuficiente. Toda la energía que necesita la produce el propio barco, que navega sin emitir gases de efecto invernadero ni partículas contaminantes.
Victorien Erussard, 39 años, oficial de marina mercante, fundador y capitán del Energy Observer, y Jérôme Delafosse, 47 años, jefe de la expedición y realizador de documentales se han embarcado en una “Odisea para el Futuro” de seis años (2017-2022), que visitará 50 países y hará escala en 101 puertos.
Las energías eólica y solar son las que cubrirán la demanda energética del buque la mayor parte del tiempo. El catamarán, de 30 metros de eslora, 12,8 de manga y 28 toneladas de desplazamiento, avanza impulsado por dos motores eléctricos alimentados por tres paneles fotovoltaicos (con una superficie de 130 m2), dos turbinas eólicas y una cometa de 50 m2. Cuando no hay viento ni sol, el barco es arrastrado por la cometa y los motores reversibles generan una corriente que permite producir hidrógeno. El barco también está equipado con diferentes sensores para analizar el estado de salud de los océanos.
“En el mar, a bordo del Energy Observer, necesitamos tanto sol como viento, baterías e hidrógeno. Las energías y los sistemas de almacenamiento se complementan entre sí, y tenemos que aprender a hacer que funcionen juntos: no hay una solución única para el cambio climático, sino muchas posibilidades”, señala Erussard.
Un barco innovador
El Energy Observer no es un barco nuevo, fue construido en 1983 por el arquitecto naval Nigel Irens para competir en regatas transoceánicas. La innovadora configuración del entonces maxi catamarán más grande del mundo marcó decisivamente la evolución de los multicascos. Bautizado inicialmente como Formule TAG, fue el primer barco de vela capaz de navegar 500 millas (aproximadamente 805 km) en menos de 24 horas, récord que conquistó en 1984.
Diez años después, con el nombre de Enza New Zealanda dos leyendas de la vela, el neozelandés Peter Blake y el británico Sir Robin Knox-Johnston, unieron sus fuerzas para conquistar el Trofeo Julio Verne. En 1994, en su segundo intento, realizaron la circunnavegación a vela más rápida, en 74 días 22 horas 17 minutos y 22 segundos. Su récord estuvo vigente hasta 1997. Después, el multicasco fue cambiando de manos y de nombre -Royal & Sun Alliance, Team Legato y Daedalus- y siguió compitiendo hasta que en 2010 volcó en el Atlántico norte. La embarcación fue recuperada y transportada a la costa de Bretaña, donde permaneció atracada durante años.
En 2013, el navegante francés Frédéric Dahirel se hizo con el catamarán. Dos años más tarde, él y su compañero de regatas Victorien Erussard presentaron el proyecto al Comisariado de la Energía Atómica y Energías Alternativas y al Laboratorio de Innovación para Nuevas Tecnologías Energéticas y Nanomateriales (CEA-Liten). A partir de ahí, la iniciativa tomó un rumbo más tecnológico al incorporar la exploración de las posibilidades del hidrógeno marino como fuente de energía.
El hidrógeno, combustible del futuro
El hidrógeno es elemento químico más abundante en la Tierra, pero, en la actualidad, un 95% del que se utiliza en el mundo se obtiene a partir de energías fósiles como el gas natural, en un proceso muy contaminante. El reto del siglo XXI es aprender a producirlo a menor coste y de forma menos contaminante. Uno de los pilares fundamentales del proyecto del Energy Observer es la posibilidad de producir hidrógeno a bordo, lo que permite al barco alimentarse indefinidamente con energía libre de emisiones de CO2.
Este desafío tecnológico y científico tiene como objetivo poner a prueba y difundir diversas tecnologías innovadoras, limpias y eficientes que permitan acometer la inminente transición hacia las redes energéticas del futuro. El proyecto cuenta con el apoyo de la Unión Europea, la Unesco y la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA). La expedición está centrada en la puesta en marcha de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, de los que el Energy Observer es el primer embajador de Francia.
Concebido como una red inteligente, este sistema combinado de energías renovables podría utilizarse en el futuro para viviendas, fábricas o buques mercantes. También podría servir para acabar con la pobreza energética que padecen los 1.200 millones de personas todavía privados de electricidad en el mundo. Hasta ahora se han invertido 5 millones de euros en el proyecto, el 95% de la inversión proviene de la empresa privada.
Escala en Valencia
El barco levó anclas del puerto francés de Saint-Malo, el 26 de junio de 2017, y ya ha recorrido más de 9.000 millas náuticas. Tras navegar por Francia el año pasado, este verano lo hace por el mar Mediterráneo para, posteriormente, en 2019 y 2020, recorrer el norte de Europa y América. La previsión es que el Energy Observer llegue a Tokio, coincidiendo con la celebración de los Juegos Olímpicos, para después visitar Asia, Oceanía y Oriente Próximo, en 2021 y 2022.
El Energy Observer a su llegada a Valencia ENERGY OBSERVER
El catamarán hace escala ahora a Valencia. Durante su estancia, junto a la embarcación atracada en La Marina de Valencia, se instalará una exposición para que los visitantes puedan descubrir la tecnología del barco, conocer a la tripulación y explorar su aventura a través de la realidad virtual y el contenido interactivo. La muestra estará abierta al público de forma gratuita desde el viernes 31 agosto hasta el miércoles 5 de septiembre, en horario de 10.00 a 13.00, y de 16.00 a 22.00 (el 3 de septiembre cierra a las 18.00).
En cada puerto, la tripulación del barco se reunirá con autoridades estatales y municipales para conocer las iniciativas locales de innovación para la transición energética. Durante el largo viaje, un equipo se encargará de grabar contenido para un documental centrado en energías renovables, el cual tendrá ocho episodios y será transmitido por el canal francés Planète+. Asimismo, se realizará una serie en formato web, que será compartida en redes sociales durante estos seis años y que servirá para seguir de cerca esta travesía.
Proyectos similares
El Energy Observer sigue la estela de otros proyectos parecidos. Por ello se le conoce como Solar Impulse of the seas, por la similitud tecnológica y de pretensiones con el Solar Impulse 2, el avión con el que Bertrand Piccard y André Borschberg completaron en julio de 2016 la vuelta al mundo en 17 etapas. También recuerda al Acciona, el velero con el que el navegante español Javier Bubi Sansó participó en la Vendée Globe de 2012. Su barco tenía una tecnología muy parecida, pero el desafío del mallorquín acabó pocos días antes de la línea de meta en Les Sables d’Olonne (Francia), de donde había partido casi tres meses antes. El domingo, 3 de febrero de 2013, a 500 millas al oeste de Madeira. en el Atlántico, el Acciona perdió su quilla y acabó volcando. Sansó, fue rescatado 12 horas después. Había recorrido 20.200 millas (37.431 km).
POR MIGUEL A ARIAS
FUENTE: EL PAIS