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Proveerá energía a un millón hogares y costó 600 millones de dólares.

(ANSA) – El parque eólico más grande de América Latina, que costó unos 600 millones de dólares y permitirá suministrar energía sustentable a 1,1 millones de hogares, comenzó a operar cerca de la frontera con Estados Unidos. El complejo de turbinas permitirá ahorrar la emisión a la atmósfera de 739.000 toneladas de dióxido de carbono al año, señalaron las autoridades al ponerlo en marcha.

El Parque Reynosa I cuenta con 123 aerogeneradores que producen 424 megawatts, entregados a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa gubernamental que monopoliza la distribución de la energía generada por los vientos.

Adrian Katzew Corenstein, director general de Zuma Energía, la compañía que construyó el proyecto, señaló que además de la inversión en infraestructura se firmaron contratos de arrendamiento con 33 empresas en el estado norteño de Tamaulipas, limítrofe con Texas.

El ministro de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, que participó en la inauguración, dijo que el crecimiento de la generación de «energía verde» en México está acelerando el paso. En 2012, en el inicio de la gestión del presidente Enrique Peña, la capacidad instalada de las centrales de energía limpia representaba 25% del total del sistema eléctrico nacional, mientras que al cierre de este año, cuando concluya la administración, aumentará a 32% por ciento. El número de parques fotovoltaicos pasó, en cinco años, de 2 megawatts de capacidad disponible a más de 580 y el de energía eólica se triplicó desde 2012, llegando a los 4.200 megawatts, según Coldwell.

Con sólo tres subastas concluidas y una inversión de 8.600 millones de dólares, se sumarán cerca de 7.000 megawatts de capacidad renovable a partir de este año y hasta 2020, lo que equivale al 10% de todo el sistema eléctrico nacional, de acuerdo con el funcionario.

Zuma Energía es una empresa dedicada al desarrollo, financiamiento, construcción y operación de proyectos para la generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables. La construcción del parque eólico en Tamaulipas supuso la creación de 1.500 empleos temporales y la firma de contratos de arrendamiento con propietarios de tierras, algunos de ellos comunitarios, que viven de la agricultura de subsistencia.

El Congreso aprobó en diciembre de 2013 una reforma energética que por primera vez desde la nacionalización de la industria petrolera en 1938 permitió a empresarios privados, nacionales o extranjeros, participar en el sector, que dejó de ser monopolizado por el Estado. Ese cambio «ha posicionado a México entre los 10 principales destinos a nivel global con mejor regulación para invertir en proyectos limpios», afirmó Coldwell. «Este es uno de los mayores legados en materia ambiental que el actual gobierno dejará al país y, además, una formidable aportación a la transición energética y a los esfuerzos mundiales de lucha contra el cambio climático», señaló en la ceremonia de inicio de operaciones del parque eólico.

En la misma región, también en la frontera con Estados Unidos pero en el estado de Coahuila, está a punto de concluir la construcción de la que será la segunda planta solar más grande del mundo y la mayor en América Latina. El proyecto está financiado y realizado por la empresa italiana Enel Green Power, con capacidad para distribuir energía a todo el país.

La Planta Solar Villanueva se asienta en un terreno de casi 3.000 hectáreas, y se espera que se concluya a fines de este año. La instalación, que tuvo un costo de unos 1.000 millones de dólares, contará con 2,3 millones de paneles solares y se pretende que por 20 años permita suministrar certificados de energía limpia. El parque solar está erigido sobre un predio gigantesco que es equivalente a más de 5.000 canchas de fútbol.

FUENTE: EL INTRANSIGENTE