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Con una meta para este año del 8% en energías limpias y del 20% para 2025, las empresas trabajan para alcanzar esos objetivos. Si bien aún hay poco dinamismo en este mercado ya existen firmas que tomaron la delantera.
Es cierto que las energías renovables comienzan a escalar en importancia en el país, pero todavía representan menos del 2% de la matriz energética. En enero de este año entró en vigencia la Ley N° 27.191 que exige que el 8% de la energía que se consume en la Argentina provenga de fuentes de energía renovable y, para 2025, se espera que ese porcentaje ascienda al 20%.
Un punto central de la normativa tiene que ver con la obligación a los grandes usuarios de energía eléctrica como empresas privadas e instituciones públicas, que tengan un consumo mensual igual o superior a 300 kW (kilovatios), a cumplir, individualmente, con la metas de consumo de energías renovables que fija la ley. Para alcanzar el 20% en energías renovables en 2025, las empresas tienen tres opciones: autogenerar energía, invirtiendo en fuentes renovables; comprar energía a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA); o firmar contratos con privados que produzcan energía limpia.
El interés de gran parte del sector privado comenzó luego de conocer los bajos precios que marcó el Programa RenovAr. En la licitación Ronda 2, la eólica alcanzó este año el récord de U$s 37 MWh, cerca de lo que se registra en la región y el mundo.
«Estamos en el inicio de la transición energética. Este es un proyecto a 30 o 40 años. La discusión acerca de la visión energética argentina al 2050 se está haciendo con mucho actores diversos sentados alrededor de la mesa, donde se busca alcanzar un consenso sobre la planificación a futuro. Las empresas multinacionales suelen tener una mirada más avanzada sobre el tema», comenta Carlos Tanides, referente de eficiencia energética de Vida Silvestre.
Al respecto, el presidente de SAESA -empresa intermediaria entre los grandes usuarios y los vendedores- Juan Bosch, la puesta en marcha viene más lenta de lo inicialmente prevista. Hoy se busca salir del cuello de botella. «Uno de los inconvenientes que hubo fue que durante dos años el mercado privado no tuvo oportunidad de funcionar porque en realidad no se dieron las reglas para que los privados pudieran comprar y vender directamente entre sí. Solo se le podía comprar a CAMMESA. Los contratos tienen demoras en la firma y ejecución. Gracias a que este año se habilitó el mercado entre privados, creo que va a tener un dinamismo mayor la incorporación de energías renovables. Hay otra ley que viene a confluir con el objetivo de alcanzar la meta del 20% a 2025 que es la ley de energía distribuida, que se sancionó en diciembre, pero todavía no se reglamentó. Esta legislación permite a todo consumidor de cualquier tamaño poner energía renovable en su propio lugar y volcar los excedentes a la red», desarrolla Bosch.
Para Bosch, un escollo que se está viendo es que el generador de energía renovable quiere vender a quince o veinte años y la demanda argentina, que está un poco castigada por malas políticas regulatorias, le tiene miedo al largo plazo. El presidente de SAESA explica que muchas empresas prefieren pagar un poco más a corto plazo para no quedar atrapadas en un contrato en dólares.
El presidente de la Cámara Argentina de Energía Renovable (CADER), Marcelo Álvarez, tampoco cree que se llegue al 8% en energías limpias este año. De todas formas, asegura que se está yendo en la dirección correcta. Álvarez es optimista y cree que del 2020 para adelante no solamente se va a alcanzar la ley sino que se va a superar. Enfatiza: «la ley es un piso. Lo mínimo que hay que hacer».
Loma Negra es uno de los grandes usuarios que informó su salida de la compra conjunta de CAMMESA para solucionar en forma independiente la obligación de utilizar energía limpia establecida por la Ley N° 27.191. «La empresa firma en 2016 su primer Power Purchase Agreement (PPA) de Energía Renovable (NdR: contrato de compraventa de energía). En ese momento aún había muchas dudas en cuanto a cómo sería la implementación de la Ley N° 27.191 de fomento de Energías Renovables. Este contrato comienza a ejecutarse a principios del 2018, siendo el primer PPA de Energías Renovables operativo en la Argentina. La principal motivación estuvo asociada a nuestra política de sustentabilidad, la cual busca impulsar el uso de energías limpias dentro de nuestras operaciones», explica Gabriela Guzzo, gerente de Planeamiento de la producción y de Abastecimiento de energías de la cementera.
En la primera etapa, Loma Negra trabajó en conjunto con Genneia, compañía argentina dedicada al desarrollo de energías renovables para generar electricidad. Fue un trabajo de varios meses, que implicó atravesar diferentes barreras a la hora de implementarlo. «Fuimos haciendo camino al andar en conjunto con la Secretaría de Energía y el equipo de CAMMESA, dado que no existía reglamentación. En una segunda instancia, desarrollamos una alianza estratégica con la empresa Aluar con quien firmamos un PPA de largo plazo, por más del 20% de nuestra demanda actual. De esta manera superaremos los requerimientos legales que prevé la ley para 2025», señala Guzzo. Por lo tanto, para 2019, con ambos PPAs operativos, la energía recibida de fuentes renovables representará más del 30% del consumo eléctrico. Ambos PPAs firmados corresponden a energía eólica. Este proceso está siendo liderado por el área de Abastecimiento, que es la responsable de evaluar las necesidades de mediano y largo plazo e implementar estrategias que optimicen su uso.
El caso de Ledesma es también el de una empresa pionera en relación con la energía renovable. «Ya se venía viendo que el gas era cada vez más caro y que podría llegar a faltar en determinadas épocas del año, Ledesma, con una actitud innovadora, busca adelantarse a un posible problema y comienza a analizar distintas formas de reemplazar la energía fósil por otras fuentes renovables que además implicaran un menor impacto ambiental», relata Humberto Solá, director de Innovación, Medio Ambiente y Energía de la azucarera y papelera.
La mayor parte de los ingenios se autoabastecen en materia energética porque utilizan la fibra de la caña para producir energía. «En el caso de Ledesma, la situación es distinta porque hace más de 50 años que usamos la fibra de la caña para fabricar papel. Esto nos llevó a la necesidad de buscar otras formas de generar energía renovable», detalla Solá. Así, en 2010, la empresa puso en marcha el desarrollo del Proyecto Biomasa, que consiste en incorporar la biomasa a su matriz energética a través de dos fuentes: malhoja y madera. Desde entonces, Ledesma se fue perfeccionando hasta convertirse en uno de los ingenios que más cantidad de malhoja de caña aprovecha para la producción de energía. Hoy, el 49% de su matriz energética proviene de fuentes renovables.
Hoy en día, la responsabilidad de este proceso recae en la Dirección de Innovación, Medio Ambiente y Energía. Además, se trabaja en equipo con la gente de la Dirección de Azúcar y Alcohol, ya que el sistema de colecta de malhoja acompaña a los frentes de cosecha de caña y requiere una muy buena coordinación entre las áreas. Ledesma invirtió en este proyecto cerca de U$s 20 millones. «El proceso para llegar donde estamos hoy fue largo e implicó un gran aprendizaje. Fue un camino de prueba y error, de viajes a ver qué se estaba haciendo en otros lados, y de mucho estudio. Y también muchas compañías se acercan a nosotros para preguntar cómo lo hacemos. Además, estamos evaluando distintos proyectos para presenta a Renovar 3 vinculados a la biomasa. Tenemos mucha experiencia en la producción de energías renovables y ahora queremos venderle a la red, pero son proyectos que todavía estamos analizando», cuenta Solá.
Coca-Cola FEMSA Argentina también tiene sus planes. En agosto de este año, comenzará a producir en sus dos plantas de CABA, Alcorta y Monte Grande, con un 40% de energía renovable a partir de un acuerdo firmado con la YPF Luz. En una segunda etapa se alcanzará el 100% en 2020. «Recibimos apoyo de varios expertos que vinieron desde Coca-Cola FEMSA México para apoyarnos en esta iniciativa, aprovechando la experiencia que tienen allí, donde el 57% de la energía que utilizan sus operaciones proviene de fuentes renovables. Tras el proceso de selección y negociación nos asociamos con YPF Luz, que nos proveerá energía proveniente de los parques eólicos que están desarrollando en: Manantiales Behr (Chubut), Los Teros (Buenos Aires) y Cañadón León (Santa Cruz). En retrospectiva, quedó demostrado que el camino de utilizar energías limpias está al alcance de todos; sólo se precisa de voluntad para cambiar», asegura Germán Pennimpede, director de Legales y Asuntos Corporativos de la embotelladora.
Por su lado, Cervecería y Maltería Quilmes recientemente lanzó la plataforma de sustentabilidad 100+, a través de la cual se comprometen a cumplir cinco objetivos a 2025: agricultura sustentable; agua; cambio climático y energías renovables; cadena de valor y packaging circular. Por lo tanto, la empresa señaló que tiene el objetivo de utilizar el 100% de la energía eléctrica que provenga de fuentes renovables a 2025. Este compromiso en la Argentina representaría el equivalente al consumo de energía de 69 mil casas en un año. «También comenzamos a implementar en alguna de nuestras operaciones el plan de reconversión energética que incluye el reemplazo de todas las luminarias por luces LEDS e implementamos procesos para utilizar biomasa en nuestras cervecerías en Corrientes y Zárate, energía renovable generada a través de la combustión del aserrín, y reemplazar la utilización de combustibles fósiles escasos y con menor huella de carbono», detalla su jefa de Sustentabilidad,Vanesa Vázquez.
Además, la compañía utiliza biogás generado a partir del tratamiento anaeróbico de los efluentes industriales líquidos. Así como también utilizan paneles solares para alimentar áreas de servicios auxiliares en la cervecería en Quilmes y en la planta de gaseosas en Pompeya. Adicionalmente, cuentan con dos estaciones de carga de biodiesel B50 en Zárate y Mercado Central (Pompeya) que abastecen a más de 180 camiones de larga distancia que recorren todo el país y de distribución a través de operadores logísticos que atienden la Ciudad de Buenos Aires y conurbano bonaerense. «Hasta el momento recorrimos 2,5 millones de km. con este biocombustible con una reducción de casi 900 tn. de CO2 gracias al trabajo con los operadores logísticos», suma Vázquez.
Europa ya tiene metas
A mediados de este mes el Parlamento europeo negoció un punto intermedio entre la posición de partida de los Gobiernos de los 28, que propusieron un 27%, de la matriz enérgetica en renovables y la de la Eurocámara, que pedía un 35%. Por lo tanto, se fijó una meta del 32% para 2030.
El acuerdo incluye también, la creación de un fondo para el desarrollo de energías renovables, que compense a las zonas mineras.
La utilización responsable de energía es un aspecto central de la gestión ambiental de Newsan. Es por ello que en las plantas cuentan con la certificación de la norma ISO 50.001 de Gestión de la Eficiencia Energética. A su vez, poseen metas anuales de mejora de la eficiencia energética y reducción del consumo de gas y otros combustibles. En 2017, mejoraron la eficiencia energética de las operaciones en un 56%. «Todos estos esfuerzos nos han valido recibir la máxima distinción en el capítulo argentino del Energy Management Leadership Award, el cual es otorgado por el Ministerio de Energía y Minería de la Nación. Este premio tiene por objetivo reconocer a las organizaciones que mejoren el desempeño energético en sus instalaciones», comenta Rodolfo Germán Pérez Suárez, referente del área de sustentabilidad de Newsan.
En relación a energías limpias, con una inversión de más de U$s 5 millones, y la creación de más de 700 empleos directos e indirectos, en Newsan comenzarán a fabricar partes de aerogeneradores en la planta ubicada en Campana. En materia de energía solar trabajan junto a Gamma Solutions. También están trabajando en la construcción de parques solares y modelos de generación distribuida.
El desarrollo de parques eólicos
Con el plan de diversificar su portfolio de inversiones y contribuir con la reducción de emisiones de carbono, Pampa Energía comenzó a trabajar y adquirió tres desarrollos de parques eólicos. En el marco de la Ley 27.191, la Secretaría de Energía lanzó, en 2016, el programa RenovAr, y la empresa se presentó en la licitación. Actualmente, Pampa Energía cuenta con un parque eólico en operación comercial de 100 MW y tres parques en construcción por otros 150 MW, lo que representa un 6% de la potencia total que tiene instalada. Para la instalación de un parque eólico del tamaño de 100 MW se requiere una inversión de alrededor de U$s 140 millones.
Uno de los obstáculos que fue necesario sortear para la ejecución de los proyectos fue la escasa experiencia de mano de obra y proveedores locales, aseguran desde la firma. El proyecto fue el primero de las rondas RenovAr que se habilitó comercialmente, por lo que fue necesario abrir camino en muchas disciplinas sobre las que prácticamente no había experiencia en la Argentina, como ser: la importación de equipos y logística terrestre hacia el sitio, aplicación de los beneficios fiscales al proyecto, aprobaciones ambientales y de otros organismos de aplicación.
POR FLORENCIA TUCHIN
FUENTE: DIARIO EL CRONISTA/ARGENTINA