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Las energías renovables son fuentes de energía limpia que se obtienen del sol, viento, mares, biomasa, entre otras, la principal ventaja ambiental es que estas no producen gases de efecto invernadero, además de que son inagotables y crecen competitivamente. Para la gran mayoría al pensar en proyectos de energías renovables se piensa en imágenes de lugares aislados, que incluye levantamiento de objetos pesados e instrumentos complicados, a menudo se cree que las mujeres no quieren trabajar en estos proyectos, cerrándose oportunidades laborales.

En todo el mundo, en el sector de las energías renovables el número de trabajo directo e indirecto fue de 6.5 millones en 2013, para el 2030 con base en las estimaciones realizadas por la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA), este tipo de energías generarán más de 16.7 millones de empleos. En el tema relacionado con el porcentaje de mujeres empleadas en este sector resulta que de acuerdo con cifras del Banco Interamericano de Desarrollo el porcentaje de mujeres empleadas no supera el rango del 20 al 24% del total. Las razones de esta desigualdad de género se deben a la escasa participación de las mujeres en determinadas áreas de la educación superior técnica y estereotipos de género, que generan discriminación hacia la mujer tanto en procesos de contratación como en la remuneración por su trabajo.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en el área de la ingeniería, la matrícula femenina es menor que la masculina, de cada diez ingenieros, dos son mujeres, las áreas con último lugar en ocupación femenina son las relacionadas con Mecánica, Electrónica y Mecatrónica, ramas ligadas directamente con las energías renovables y el desarrollo tecnológico. La propuesta con el fin de aumentar la participación femenina es ofrecer becas para promover el acceso de las mujeres a carreras técnicas con salidas profesionales en el sector de las energías renovables.

En la Universidad Politécnica de Tulancingo (UPT) se oferta la Maestría en Energías Renovables; la cual es posible cursar en dos años en campos de estudio; con alta demanda laboral, enfocados a la energía solar fotovoltaica y a la energía eólica, pero en la cual la participación femenina ha sido baja ya que desde la primera generación (2014) a la fecha se han inscrito solamente 9 mujeres representando menos del 10% de la matrícula total, de las cuales ninguna ha concluido sus estudios de posgrado por cuestiones ligadas con la vocación maternal, la dificultad del acceso a la capacitación continua por el rol doméstico en los hogares.

En México con el fin de fortalecer la participación femenina se han conformado la Red de Mujeres en Energía Renovable y Eficiencia Energética (REDMEREE) y la asociación Mujeres en las Energías Renovables México (MERM) ambas creadas con el objetivo de promover y empoderar la participación a actuales y futuras profesionistas del sector.

Con el crecimiento de las energías renovables las mujeres están tomando fuerza y se anticipa que la participación laboral femenina aumente tanto en número como en posiciones de liderazgo. Muchas empresas han establecido políticas de inclusión femenina en sus proyectos como es el caso de Casablanca y Giacote, un programa de energía solar fotovoltaica en Uruguay, en la cual la empresa Tecnova se asoció con diversas instituciones como universidades e instituciones de empleo para desarrollar un programa de capacitación para realizar el montaje de proyectos de energía solar fotovoltaica, el objetivo esencial que se cumplió consistió en que el 40% de los participantes tenían que ser mujeres.

Óptima Energía en México es una compañía contratada por gobiernos municipales para sustituir lámparas incandescentes por LED, es la primera empresa en firmar los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres de las Naciones Unidas, comprometiéndose a implementar medidas para promover la diversidad de género y oportunidades para que las mujeres desarrollen su talento en la empresa, llevando a cabo un programa de pasantías en Monterrey, donde al menos el 50% de los pasantes deben ser mujeres. El proceso de incorporación de mujeres en el sector laboral específicamente en energías renovables ha avanzado y se espera que las ofertas se extiendan considerablemente en los próximos años.

MTRA. CLEMENTINA RUEDA GERMÁN

FUENTE: MILENIO