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Con un plan de estudios de cinco años apunta a formar un profesional apto para innovar y mantener fuentes sustentables de energía. La inmediata implementación depende de la consecución de recursos nacionales.

Por unanimidad, el Consejo Superior de la UNRC aprobó la creación de la carrera de Ingeniería en Energías Renovables, aunque supeditó su puesta en marcha a la consecución de fondos nacionales.

El plan de estudios prevé una duración de cinco años, distribuida en diez cuatrimestres, con una carga de 4.100 horas. Incluye materias de ciencias básicas, tecnologías básicas, tecnologías aplicadas y complementarias.

El Consejo Superior dejó sentado que “se apunta a un graduado con sólida formación científica y tecnológica, con una visión sistémica e integral del concepto de energía en todas sus dimensiones, capacitado para aplicar su conocimiento en el uso y el aprovechamiento de la energía, para la identificación de recursos energéticos y para generar soluciones estratégicas e innovadoras en el campo de la generación de energías renovables y su uso eficiente”.

De conseguir los recursos económicos nacionales que demanda esta iniciativa académica, será la quinta carrera de grado en el ámbito de la Facultad de Ingeniería. Actualmente se ofrecen las carreras de Ingeniería Electricista, Ingeniería en Telecomunicaciones, Ingeniería Mecánica e Ingeniería Química.

Entre otros objetivos, la nueva carrera aspira a formar profesionales capaces de satisfacer la demanda de mano de obra especializada en el ámbito de las energías renovables; atender las necesidades socio-económicas regionales, nacionales e internacionales en la materia y contribuir al desarrollo científico y tecnológico de las disciplinas relacionadas, por un desarrollo sustentable.

Además, se busca consolidar alternativas de viabilidad para la implantación de nuevas generaciones energéticas renovables compatibles con el potencial existente en la región y el país, y contribuir con el desarrollo tecnológico nacional y regional, a través de profesionales capaces de incorporar valor agregado a la producción de la industria argentina.

Fuente: La Voz